Emprendedor millennial: es hora de romper los mitos de esta generación

Los millennials son acusados de ser ensimismados, egoístas y flojos, pero es esta generación la que con sus emprendimientos está cambiando el mundo.

Estoy harta de leer artículos en donde a los millennials se les acusa de muchas cosas que, mis ojeras y pésimo régimen alimenticio comprueban lo contrario. Soy de esas hipsters millennials que se asume como tal y no le da pena admitirlo. Pero desde hace un rato empieza a molestarme que mis amigos de la generación insisten en separarse del término porque un montón de jefes berrinchudos y otros tantos estudiosos se dieron a la tarea de catalogar a los millenials como flojos, ensimismados, irresponsables, etc.

Soy millennial y soy emprendedora. Soy millennial y conozco a otro montón de millennials emprendiendo, cambiando al mundo, replanteando la manera en que hacemos las cosas. Soy millennial y no duermo, trabajo los fines de semana y tengo tres negocios diferentes. Porque me pasé la mayoría de mi vida estudiando y trabajando, ganándome la experiencia laboral que me contaron que me iban a pedir en el futuro para tener “un buen trabajo” que nunca llegó porque los trabajos bien pagados son pocos y solo existen para esos millennials que están dispuestos a sacrificar su ambición de viajes y experiencias por un trabajo de escritorio.

Sabemos que existen millennials que sí, son flojos, quieren ganar rápido y creen que saben todo cuando no se han enfrentado a la realidad laboral. Pero esas personas siempre han existido, la cosa es que antes estaban enterradas en las estructuras corporativas en donde nadie se daba cuenta si alguien trabajaba más que otro porque había metas mínimas, salarios parejos para todos y tareas mundanas en cada nivel de la organización.

Pero ahora con la premura del hacer mucho con poco dinero y en poco tiempo porque todo se mueve muy rápido, es evidente que los millennials quieren saber lo que va a pasar tres pasos adelante y los que no tienen esa ambición, se quedan fuera de la jugada. Lamentablemente son muchos. Y los que no son así, prefieren seguir un camino diferente, alejados de las estructuras tradicionales del trabajo, porque encuentran más valor en la flexibilidad de tiempo o tareas que en las prestaciones y un salario mínimo.

Soy millennial emprendedor y puedo trabajar desde un pueblo remoto en Alemania porque conozco los objetivos de mis proyectos y sus fechas de entrega, porque tengo una línea de comunicación abierta con todos mis socios y clientes. Soy millennial emprendedor y puedo trabajar los fines de semana hasta altas horas de la noche porque es la estrategia que mejor le funciona a mi cliente o proyecto, y no me molesta, porque me gusta mi trabajo, porque disfruto aplicar mis habilidades en obtener resultados específicos y no importa que no salgan de 9 a 5, lo importante es que salgan.

Admito que no ha sido fácil encontrar clientes o socios dispuestos a adaptarse a esta visión y ética de trabajo, pero poco a poco me he topado con una red de profesionistas increíbles que entienden que el futuro del trabajo no está confinado a un cubículo o un escritorio. Todos millennials talentosos que pueden trabajar con personas de otros países, a la distancia, en diferentes temas y aplicando diferentes estrategias. Mis amigos millennials emprendedores trabajan todos los días a todas horas, saben más de lo que les enseñaron en el trabajo o en la universidad, asisten a congresos, eventos de networking, cursos de todo tipo.

Por eso emprendemos. Porque no nos parece justo haber pasado todos esos años preparándonos para encontrar un trabajo en donde no vemos un objetivo o un futuro claro, más allá de las tareas y las urgencias de siempre. Emprendemos porque tenemos ganas de hacer más de lo que un puesto nos demanda. Emprendemos porque pensamos que las cosas pueden hacerse y ser de otra manera. Si eso me hace ensimismada, egoísta o floja en los ojos del mundo… que así sea.

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angeloty

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